MAURORK- Año 2 - Número 482 (04/04/2006) – Para Camila (dividida)
Hace un tiempo, a Camila (/dividida) le gustó una foto que yo le había sacado a esta escalera de caracol, y la usó para ponerle fin a su fotolog.
Afortunadamente, cambió de opinión, y volvió a usarla unos días después para reabrirlo.
Ayer, por un breve momento, se me pasó por la cabeza la idea de ponerle fin a este fotolog... pero solo por un brevísimo momento.
Y en ese brevísimo momento, se me ocurrió usar esa misma foto para cerrarlo... e incluso robarle a Camila sus propias palabras.
Cambié de opinión.
Por eso cuando llegué a casa, hace unos minutos, busqué un CD en el que tenía varias carpetas de fotos respaldadas, y busqué entre las que había sacado el 9 de marzo del 2004 en el Cerro Pan de Azúcar... y finalmente encontré lo que buscaba: la misma escalera que había subido a este flog hace tiempo... la misma escalera que subió Camila... pero esta vez vista desde abajo.
Vista desde arriba (y gracias a Camila) la foto pasó a representar un cierre.
Vista desde abajo (y porque se me antojó a mí) pasa a representar una apertura.
La apertura que estaba necesitando...
Los cambios que yo estaba pidiendo a gritos.
Hoy, después de pedalear más de 30 kilómetros (y no exagero) volví a casa con miles de ideas y cosas en la cabeza que si bien siempre estuvieron ahí adentro, las había dejado olvidadas en un rincón.
Y eso tiene un poco que ver con esta foto y un sueño que tuve ayer...
Vivía en una casa antigua y grande, y después de mucho tiempo, se me antojó subir por una escalera, por la que nadie había trepado antes. A mitad de camino, había algo grande atravesado (tal vez un ropero... en los sueños las cosas no siempre son claras), y eso era lo que impedía subir. Correr el ropero era imposible, así que me deslicé entre medio del ropero y la pared, arañándome la cara con el reboque.
Finalmente subí, y me encontré con un dormitorio enorme, vacío, en forma de cúpula y lleno de ventanas. Estaba lleno de polvo, telarañas, y muchos cajones enormes... y cuando abrí una de las ventanas, se llenó de luz y descubrí una vista espectacular. Cuando decidí que ese iba a ser mi dormitorio... desperté.
Mientras pedaleaba en la rambla, recordé el sueño y logré entenderlo.
Tal vez pocos sepan lo que significó ese sueño.
Tal vez pocos se den cuenta lo que significa empezar a ver una escalera desde abajo... en vez de verla desde arriba.
Dentro de mi cabeza, hoy encontré la fuerza necesaria para dar erl primer paso y empezar a treparla.